Para que lentamente llegue a tu sonrisa.-

No te pediré que te quedes conmigo, no rogaré que vuelvas, no lloraré si al final te vas, no sonreiré si me regalas tus días y me prestas tus noches. No te consolaré en los tragos amargos ni intentaré convencerte de que muchas veces puedes euivocarte, ni colocaré fotos tuyas en cada esquina para recordar tu melena rubia, que nunca se enreda, pero nunca, nunca. No te llevaré a contracorriente ni suspiraré si me agobia tu ausencia. No, no lo haré. No haré nada de esto, tampoco lo harás tú, nuestra conexión lo hará por nosotras, todo seguirá siendo así, simple, sencillo, claro, transparente. Fácil..

El Rubio Platino me convenció...

Puedes pensar más de 3 veces al día en rendirte, puedes ahogarte en un vaso de chupito, puedes marearte en línea recta, puedes desordenar una habitación vacía, puedes salirte de la raya en papel continuo, puedes acostarte en una columna, puedes soñar desde tu cama, puedes fiarte del ladrón más temido... Suena bien.

 Puedes quererla sin motivos, o con ellos.

Mírame a los ojos , supe que me encontrarías.-

 

"¿Qué enigmas se esconden entre los intervalos del parpadeo de cada persona? ¿Qué tendrán los ojos para poder hablar por nosotros?"
Unos destellos de luz, un par de lunares bajo las pestañas inferiores y un color miel que disuelve a los más sólidos. No hizo falta nada más para que mi pupila se adheriese a su mente sin límite de tiempo. Lo asumió desde el primer día. Esas cavidades a ambos lados de la nariz eran de otro mundo para él, se perdía en el reflejo, se olvidaba del fracaso, se enamoraba de un color. Parpadeaba más rápido de lo normal, pero él seguía el ritmo; me perfilaba las pestañas, pero él nunca perdió la cuenta, ni la ha perdido...

Menguantéceme-