"Non materiae causam mortis cum callidus mens"

Hacía algún tiempo (más del que mi cabeza calculaba) que no venía a visitarme musa alguna. Pero vino en masculino, para mi sorpresa. Una racha de buena suerte pasó por donde nunca pasaba nada, cuando llevábamos varios días acostumbrándonos a nuestras malas caras. Y sin más, los esquemas que había fijado en la mente como estructuras inamovibles, empezaron a derrumbarse sin hacer ruido, haciendo mella. Lo normal ya no me atraía y él se atrevió a ser diferente. Eso fue lo que me enganchó. Si, exactamente eso. Porque las mentes inquietas suelen estar siempre un paso por delante, actuaría de guía en la distancia, de apoyo en lo inmoral y de buena cara si hay mal tiempo. Ya no eras una opción, pasaste a ser ese diálogo conmigo misma cada noche, que se adueñaba de tu nombre.

"She's just the girl..

..and she's on fire."
-Oh... feel on the ground!
Donde tú veías cotidianos intercambios, yo me resistía a tentaciones.

"Ella amará a otro hombre"

Pero esta vez no habrá coincidencia absoluta con ese corto.
Ella no se enamorará de otro hombre. Ningún incauto será capaz de arrebatar fácilmente ese recuerdo constante del que es presa a segundos. Porque se contagió de su forma de vida. La vida en recuerdo puede llegar a ser idiota. Idiota. Anclajes sin lugar, como ladrillos de cinco lados que no encajan en ninguna estructura. Vagos, los ojos no buscarán otro círculo verde; lo encontrará, se toparán con él, vendrá por sorpresa.. pero desaparecerá sin ruido. Pasará por allí sin ruido. Porque su cabeza, seguirá aturdida por el sonido ensordecedor de quien jamás se va. -No se irá- Y es curioso porque el empeñó no destacará por su ausencia, porque cualquier gota del vaso más limpio, pasará desapercibida cuando vuelva a pisar el charco. O el recuerdo de aquel (ya no "este") charco.