viernes, 19 de agosto de 2011

18 florecidas primaveras.-

"Si no estás, todo pierde su sentido; si no estás, ya no encuentro motivos para continuar, y me siento tan perdida.."
Nunca hemos elegido la opción fácil, no nos salva la fe, no hemos fingido algún sentimiento ni hemos apostado en vano.

Entre la gran masa, la confusión, la oscuridad y la maleza, apareció de un simple suspiro, mirando de reojo, Elena.
Elena, para los griegos "Aquella que brilla como una antorcha". Sin coincidencias ni casualidades, la llama viva, la llama
fuerte, la más cálida. Previamente el desequilibrio era el jefe de esta manada de sentimientos en la cabeza de Patricia, pero
esta llama marcó el antes y el después; las fuerzas no volvieron a flaquear, y las metas se multiplicaron como el número
de veces en las que sólo quería verla, hablarla... verte,hablarte. A ti, contigo, comenzamos a juntar un poco más nuestros
dedos, un pacto que no quisimos nosotras, lo quiso el tiempo. Nuestras semejanzas nos obligaron a seguir, a caminar entre piedras
rocosas, a respirar el aire contaminado y a matar el miedo. Omitimos defectos y exageramos virtudes, pero te lo has ganado a pulso.
El pulso que ninguna ganará nunca, el pulso que ambas ganaremos a futuros cambios, dolores, caidas o trastornos mentales.
Cada 3 pasos hacia delante, 2 contigo y 1 por ti. Mírame cuando el desorden se haga con tu cabeza; háblame cuando el ruido
ensordecedor no te deje escuchar más de un "eres especial"; escúchame cuando lo rugoso te quiebre lo llano, lo simple; tócame
sólo cuando no estés conmigo. Lo vamos a intentar, pondremos los 5 sentidos, acude a mi, te estoy esperando, aquí, a tu lado..
Y quiéreme... yo llevo bastantes primaveras haciéndolo.

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