sábado, 10 de septiembre de 2011

Con cascos y a lo loco.-

Como una droga blanda, pero compacta. Engancha, hipnotiza, estimula, crea adicción. Supera la media, es mediana y crea modas. Sabor y sensación desconocida que en cuanto tocas, ves, hueles, saboreas la esencia.. se adhiere (no sé si a las arterias o a lo más explícito de las uñas) sin la posibilidad de plantearte camuflar que ahí está, que se ha construido un buen cimiento situado en el hueco ideal. El tiempo de duración de los efectos de esta droga son los 4 minutos y 43 minutos de "I believe in dreams", pero el -play- se mantiene pulsado indefinidamente. Está claro, el sistema inmunológico de defensas es envidiado por las mejores marcas de yoghurt, ha sido diseñado milímetro a milímetro para mantener intacto lo que ni la peor ogra pudiese destruir, la droga resiste, la droga no muere, la droga se camufla, pero permanece, no desaparece. Es internacional y sublime, no se somete a distancias, eleva lo ordinario a ExtraOrdinario manteniendo lo sencillo intacto. No necesito ningún arma, ni pagar por mi defensa, sólo necesito un par de cascos, y racionalizar esta droga para sujetar muros y levantar columnas, aunque.. me mate cuando no la palpo a diario. Es posible que esté sobrevalorizada, si, peligrosa, arriesgada. Me arriesgo, te quiero, para mi, en cualquier dósis, en la máxima, sin límites, till we loose control. Acércate, escucha, ¿lo notas?. El -play- está pulsado, estás aquí, ahora conmigo, junt[A]s.

No hay comentarios:

Publicar un comentario