martes, 9 de octubre de 2012

Un segundo más.

 
Nunca pensé en trotar nauseabuenda para alcanzar un gas noble. Sólo necesitábamos parar, a respirar. Respirar. Respirar en el punto intermedio del círculo vicioso y viciado también. En el último suspiro encontré que no sólo hay mundo hacia arriba, bajando la vista se encontraba un mundo que yo no conocía, y estoy empezando a conocer. Déjame cinco minutos más, para volver a respirar.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario